miércoles, 24 de abril de 2013

Songdo y Masdar ya están aquí

Continuamente hablamos de las smart cities como proyectos de futuro porque es cierto que, a día de hoy, no podemos poner ejemplos de una smart city al 100%. Pero sí se está produciendo una transición lenta entre los ciudades tal y como las conocemos ahora y las ciudades inteligentes, ya que son muchos los aspectos que se deben mejorar para llegar a este estado más avanzado.

Sin embargo, a la espera de que se complete esta transición, algunos países ya están impulsando el nacimiento de ciudades bajo el sello 'smart'. Los dos ejemplos más destacados son, los de Songdo en Corea del Sur y Masdar en Emiratos Árabes Unidos. 

El primero de ellos, con un coste cercano a los 30.000 millones de euros, está considerado como un modelo a seguir por las smart cities desde que se inició en 2005. En esta ciudad, que en 2015 se espera que sea el hogar de 65.000 personas y el centro de trabajo para otras 300.000, todos los sistemas de información están interconectados y los sensores están instalados por todas partes: nada se mueve sin el movimiento humano.

Esta "cultura" del sensor de movimiento permite precisamente reducir el consumo de energía de forma considerable al restringir el uso de todos los aparatos electrónicos a los momentos realmente necesarios. Pero además, los sensores son muy útiles para los gestores energéticos que permiten monitorizar el consumo en tiempo real y que suponen ahorros de al menos el 25% anual sobre la factura energética, lo cual juega en beneficio de la eficiencia y la economía en general.

El segundo ejemplo, el de Masdar –que significa "fuente o recurso" en árabe– es un caso de ciudad sostenible en un entorno hostil como el desierto, con un calor implacable y escasos recursos hídricos, que hacen la habitabilidad muy complicada. Consciente de que el petróleo acabará por agotarse algún día, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) están encomendando los cimientos de su futuro a las ciudades inteligentes, más eficientes en el uso de la energía, algo que es de vital importancia para un país con pocos recursos energéticos aparte de los hidrocarburos. 

De hecho, la ciudad de Masdar, que en un principio contará con una población de 40.000 habitantes, consumirá energía procedente de una potente planta solar –el sol sí que abunda por estas latitudes– y parques eólicos, unas fuentes de energía que se equilibrarán para mantener la ciudad en movimiento. 

Sin duda, son nuevos nombres y nuevos pasos para un concepto de ciudad diferente, más sostenible y con una coordinación nunca vista antes. Además, serán el campo de pruebas para que las grandes urbes actuales tengan buenas referencias para implementar su estrategia de smart cities, algo que en lo que ya son pioneras ciudades como Barcelona o Río de Janeiro


1 comentario:

  1. No conocía que estas dos ciudades fueran smart city, me alegra conocer que cada vez son más y de más países las ciudades que se apuntan a buscar un entorno sostenible e inteligente. Con esto queda patente que cualquier ciudad gestionando bien sus recursos puede ser una smart city.

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